Los chicos de cuarto reescribieron la versión de Caperucita entre todos.
Luego hicieron algunos dibujos del cuento.
Hoy tomamos algunas fotos representando algunas escenas del cuento.
Ahora mostramos el cuento y una foto de los protagonistas.
Caperucita Roja , según la versión del Lobo.
Un día
soleado, de verano, vi una simpática y dulce niña, caminando por el bosque, con
una canasta en su mano, me acerque y le pregunte.
-¿Cómo
te llamas?- ella me respondió:- Me llamo Caperucita Roja, porque siempre llevo
una caperuza de color roja.
-¿Qué
llevas en esa canasta?-
-Miel
fresca y pan casero para mi abuelita que está enferma. Entonces le
pregunté:-¿Dónde vive tu abuelita?
-Ella
vive al final del bosque.-
Rápidamente
le sugerí que vaya por el camino que es el camino corto, cuando en realidad era
el camino mas largo.
Mientras
que Caperucita se entretenía juntando flores, yo tomé el camino más corto para
llegar primero.
Cuando
llegue a la casa de la abuelita, toque la puerta tres veces y fingiendo la voz
de la dulce niña, engañé a la anciana, para que me dejara pasar.
En
pocos segundos la abuelita, abrió la puerta y me la comí de un bocado.
Me
vestí con su ropa que encontré en su armario, me acosté en la cama, y espere
que llegara Caperucita.
Cuando
la niña llego toca la puerta tres veces, y al entrar empezó a hacerme
preguntas:
-¿¡Qué
orejas tan grandes tienes!?-
-¡Son
para escucharte mejor!- le dije
-¿¡Qué
ojos tan grandes tienes!?-
Respondí:
¡Son para verte mejor!-
-¿¡Qué
boca tan grande tienes!?-
-¡Son
para comerte mejor!
Y me la
devoré de un bocado.
Más
tarde me dormí una siesta y cuando me desperté, sentí la panza muy pesada y no
podía levantarme.
Después
de unas horas, me encontré con un cazador que me explicó lo que pasó mientras dormía.
Mientras dormía la siesta me sacó a la abuelita y a Caperucita de la panza y
puso piedras en su lugar.
En ese
momento me fui del bosque con la lección aprendida y no volví nunca más.
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